EXAMEN SIN ADAPTAR
EXAMEN LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
NIVEL: 1º E.S.O
1.- Lee el siguiente
cuento y contesta a las preguntas que figuran a continuación:
El dueño de la Luna
En tiempos muy antiguos, la ciudad de Huma estaba dominada por el tirano
Kum, de una fuerza excepcional, rico y cruel. Huma había conocido otros
tiranos, pero ninguno dotado de una fantasía tan perversa.
Una mañana, Kum mandó llamar a su Primer Consejero, un tal Men.
–¿Quién soy yo? –preguntó Kum a Men, con voz amenazadora.
–Vos sois nuestro señor y dueño.
–Bien dicho –rugió Kum–. Y si hubieras contestado de otra manera, habría
mandado cortarte la cabeza. Y, ahora, dime: ¿quién es el dueño de Huma?
–Vos sois el dueño de la ciudad y de todos los ciudadanos. Hasta el
último cabello que nos crece en la cabellera os pertenece.
La respuesta había puesto de buen humor al tirano, que prosiguió así:
–Escucha. Todo es mío, lo sé y todos lo saben. Pero eso no me basta. Mía
es la tierra y los campesinos me pagan el arrendamiento1. Míos son el hierro y
el acero. Son mías las calles y la gente tiene que pagar un impuesto para poder
caminar por ellas. Mía es el agua y mis fieles súbditos me la pagan en dinero
contante y sonante.
Pero aún hay muchas cosas que son mías, óyelo bien, mías y de nadie más,
de las cuales el pueblo dispone a su antojo, estafando a su dueño que soy yo.
Mío es el aire y todo el mundo lo respira a placer. Mío es el Sol y los
campesinos utilizan gratis sus rayos para hacer crecer el trigo y secar el
heno2. Mía es la Luna y la gente pasea por la noche a lo largo del río, bajo su
luz. Esa es la verdad. Vosotros recibís la luz de la Luna. Vosotros la consumís
todos los días. ¿Qué haré yo cuando La luna se haya gastado por completo?
El pobre Men ni siquiera se esforzó en imaginar lo que ocurriría en
semejante caso. Pero, como no tenía nada de estúpido, comprendió adónde quería
ir a parar el tirano con su discurso, y se apresuró a adelantarse.
–Amabilísimo señor –susurró–, perdonadme por tanta distracción. Debería
haber pensado en ello hace mucho tiempo. ¿Por qué no establecemos un impuesto
sobre el consumo de la Luna? Una pequeña tasa…
–¿Por qué pequeña? –tronó Kummm.
–No quería decir pequeña, señor. ¿He dicho pequeña? Me cortaré la lengua
como castigo. Una fuerte tasa, quería decir. Una moneda de plata por cada rayo.
–¡Dos! –gritó Kumm–. ¡Dos monedas de plata! Y pronto. Empezaremos esta misma
noche. Da inmediatamente las órdenes pertinentes3.
Para cobrarlo, el Primer Consejero instituyó un cuerpo de policía
especial, llamado la "Guardia de la Luna", que vestía con un uniforme
todo negro, con una luna pintada sobre el pecho.
Llegó la noche y apareció la Luna. La gente caminaba con la cabeza baja
para no mirarla, cosa que enrabió a los guardias.
Durante aquella primera noche, cayeron los forasteros, los viajeros de
paso, que no conocían las leyes del señor Kum. Pero la voz se difundió muy
pronto y las noches siguientes, incluso los forasteros, al pasear por la ciudad
de Huma, bajaron la cabeza.
El señor Kum mandó llamar al Primer Consejero Men.
–¡Ordena a todos los ciudadanos que caminen con la cabeza alta! –chilló–.
Todo aquel que camine con la cabeza baja pagará una multa.
Aquella noche, todos los ciudadanos de Huma salieron a la calle con gafas
negras de sol. Con la cabeza alta, como había ordenado el señor Kum. Los
Guardias se restregaron las manos y sacaron las libretas de los bolsillos.
–Esta vez no lo conseguiréis. Venga, dadnos las monedas de plata.
–¿Por qué?
–¿Cómo que por qué? ¿No estáis mirando la Luna? ¿Y de quién es la Luna?
–Del excelentísimo señor Kum, eso ni siquiera se pone en duda. Pero no-
sotros no la vemos, a causa de estas gafas negras. Y si no la vemos, no la
consumimos. Por lo tanto, ¿por qué tenemos que pagar la tasa?
Los Guardias de la Luna querían comerse los dedos de rabia, pero el señor
Kum todavía no había prohibido llevar gafas negras.
Tan grande fue el despecho del tirano, que enfermó y murió. En su lecho
de muerte ordenó al Primer Consejero Men:
–Quiero que mi Luna sea enterrada conmigo, en mi misma tumba.
–Así se hará –prometió Men.
Pero no se hizo, ¡claro que no! La Luna aún está en el cielo. La Luna es
de todos, como el aire, como el Sol, como el mar, como la calle. Todavía hay
muchos señores Kum que pretenden ser los dueños de la Luna. Cuando os
encontréis con uno, preguntadle de mi parte:
–¿Se encuentra bien, señor Kum?
Gianni Rodari: Cuentos largos como una sonrisa (adaptación). Barcelona, Ed. La Galera, 1988.
Exi__ente
Nava__ja
__oegrafía
Dibu__o
Salva__e
Pluma__e
Bru__ería
__uez.
Abori__en
Pá__ina
EXAMEN ADAPTADO
EXAMEN LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
NIVEL: 1º E.S.O
1.- Lee el siguiente
cuento y contesta a las preguntas que figuran a continuación:
LOS DIENTES DEL SULTÁN
En un país muy lejano, al oriente del gran desierto
vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna.
El Sultán era un hombre muy temperamental además de
supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes.
Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su
corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño.
- ¡Qué desgracia mi Señor! - exclamó el Sabio – Cada
diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido
- ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien
latigazos, por ser un pájaro de mal agüero. Más tarde, ordenó que le trajesen a
otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán
con atención, le dijo:
- ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido
reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y
sobrevivirá a todos sus parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran
sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del
Palacio, uno de los consejeros reales le dijo admirado:
- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho
de los sueños del Sultán es la misma que la del primer Sabio. No entiendo por
qué al primero le castigó con cien azotes, mientras que a vos os premia con
cien monedas de oro.
- Recuerda bien amigo mío --respondió el segundo
Sabio-- que
todo depende de la forma en que se dicen las
cosas... La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos
contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la enchapamos en un delicado
embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado...
- No olvides mi querido amigo --continuó el sabio--
que puedes comunicar una misma verdad de dos formas: la pesimista que sólo
recalcará el lado negativo de esa verdad; o la optimista, que sabrá encontrarle
siempre el lado positivo a la misma verdad".
"Las Mil y una noches" (literatura popular árabe)
7.¿Cuándo y dónde sucedieron los
hechos?
|
8.¿Quiénes son los personajes
principales?
|
2.- Completa:
Ø
En un cuento el PLANTEAMIENTO sitúa a……………………………….en
un………………….y en un……………………………concreto.
Ø
El NUDO es la parte
donde……………………………………………………………………………………
Ø
Y el DESENLACE es el momento en
que………………………………………………………………………………………………………………
3.- Define con tus palabras los siguientes elementos dentro de un
cuento:
-
Personaje principal:
-
Personaje secundario:
-
Antagonista:
4.- Completa la tabla según el ejemplo:
ADJETIVO
|
MASCULINO
|
FEMENINO
|
UNA SOLA TERMINACIÓN
|
DOS
TERMINACIONES
|
ALTO
|
ALTO
|
ALTA
|
|
X
|
HÁBIL
|
HÁBIL
|
HÁBIL
|
X
|
|
AZUL
|
|
|
|
|
PUNTIAGUDO
|
|
|
|
|
INFERIOR
|
|
|
|
|
REDONDO
|
|
|
|
|
5.- Forma tres oraciones comparativas ( una de igualdad, otra de
inferioridad y otra de superioridad) con cada par de palabras (nombre+adjetivo)
que aparecen a continuación, como el ejemplo:
Yogur+cremoso: Mi yogur es más cremoso que el tuyo.
Mi yogur es menos
cremoso que el tuyo.
Mi yogur es tan
cremoso como el tuyo.
Tarde+lluviosa:
Clase+interesante:
Notas+altas:
7.- Completa las palabras con g
y j:
Exi__ente
Nava__ja
__oegrafía
Dibu__o
Salva__e
Pluma__e
Bru__ería
__uez.
Abori__en
Pá__ina
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